El diputado nacional libertario Javier Milei tiene pata evangélica en Santa Fe. Por un lado, hay una alianza en ciernes con un bloque de tres integrantes en la Cámara de Diputados provincial, que responde al mapa PRO Vida. Por el otro, la economista Romina Diez, su ladera, se acerca a una iglesia que ya compitió en las elecciones de 2019 y 2021 y tiene como referente a un pastor que se dedicó a desarrollar urbanizaciones y levantar edificios.
Diez es la persona que, en Santa Fe, tiene vínculo directo con Milei, tanto que se autodefine “amiga” del legislador. En las últimas semanas sumó cartelería en vía pública con una foto de ambos, sobre todo en Rosario y alrededores, de donde es oriunda.
A la vez, Diez entabló una relación política con el partido Vida y Familia, que tiene como referente al diputado provincial Nicolás Mayoraz, presidente del bloque donde también revisten Juan Domingo Argañaráz y Natalia Armas Belavi. Mayoraz, en contacto con Letra P, confió que la “mayoría” del sector evangélico santafesino tributa en su espacio.
De ese modo, se intenta separar de Walter Ghione, su exaliado, quien optó por formar el partido nacional UNO e ingresar a Juntos por el Cambio. Ambos entraron a la Cámara baja detrás de Amalia Granata en 2019, en parte gracias a la gran elección de la mediática, pero antes de asumir y meses después de hacerlo, el bloque de seis bancas explotó y se partió en cuatro.
Mayoraz no viene del evangelismo, todo lo contrario. Es abogado, defensor de la “vida y familia” y opositor manifiesto de “la ideología de género en las escuelas”, como él mismo lo admite. En ese marco, se acercó a Milei y en Santa Fe camina la misma calle que Diez, a quien el diputado ve como “una figura con proyección para la provincia”.
En ese marco de sociedad incipiente, Diez dará una charla este sábado en la iglesia bautista Cristo Redentor. En el flyer de venta se habla de un “desayuno de empresarios” para disertar sobre “La economía que viene”, pero en el fondo es otra muestra del acuerdo que empiezan a cerrar.
La pata rosarina de Cristo Redentor tiene como referente al pastor Alberto Di Carlo, quien desde hace unos quince años es un reconocido desarrollador inmobiliario de la zona. Habituado a urbanizar grandes campos de los alrededores, Di Carlo se metió en problemas en Rosario cuando decidió levantar un edificio de 75 metros, una altura que superaba el límite permitido en la zona. La situación derivó en un escándalo y con el desarrollador – evangelista denunciado.
Fuente: La Letra P.
