La postulación de jueces de Buenos Aires para ocupar cargos en la Justicia Federal rosarina generó un marcado malestar en el foro local. Se trata de los pliegos con los nombres de los candidatos a conjueces que el Poder Ejecutivo Nacional remitió en los últimos días al Senado de la Nación para su aprobación.
“Se han designado profesionales residentes de otras ciudades en detrimento de los profesionales del foro local que oportunamente aprobaron e incluso superaron en el número de orden a los propuestos”, se quejó el Colegio de Abogados de Rosario, que apuntó distintas irregularidades en esta decisión del Ejecutivo.
En Rosario, una ciudad azotada por la narcocriminalidad, existe una profunda necesidad por cubrir lugares vacantes en la Justicia Federal, que tiene competencia para investigar y juzgar a personas relacionadas con el narcotráfico. Por eso, como nunca, la lupa está puesta en todas las determinaciones que se tomen en este sentido.
El Ejecutivo eligió a tres abogados de Buenos Aires para los cargos de conjueces que cubrirán temporalmente las vacancias que existen en el fuero federal rosarino. Ellos son: Gastón Alberto Salmain, para el Juzgado de Primera Instancia Nº 1, y Eduardo Daniel Rodrigues Da Cruz y Elena Beatriz Dilario, como jueces de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2.
Los dos primeros son egresados de la Universidad Nacional de Buenos Aires, mientras que Dilario se graduó en la Universidad Nacional de Morón. Es lícito que compitan por cargos en cualquier lugar del país, pero desde el foro local advierten que además de contemplar el aspecto de la residencia del postulante se relegaron a profesionales rosarinos que tenían mejor orden de mérito.
“Lo vemos con profunda preocupación lo que está pasando”, indicó el presidente del Colegio de Abogados de Rosario, Lucas Galdeano. “Con este listado se ha incumplido con la normativa específica de regulación en la materia, que es la ley 27439 de subrogancias, y además resulta una flagrante contradicción con el espíritu federal que debe primar en la administración de justicia”, añadió.
“No tenemos nada en contra de los colegas propuestos, pero el régimen de subrogancia está pensado para que exista una especie de banco de suplentes, con integrantes variados, que se van ubicando según las oportunidades que aparecen”, sostuvo Galdeano.
“Es una opinión personal, pero creo que ante la situación en que se encuentra la Justicia Federal en Rosario justificaba la puesta en marcha de un mecanismo menos mezquino. No expresa un mensaje de consenso, que era lo esperado dadas las circunstancias”, señaló.
Galdeano indicó que “la cuestión territorial”, que tiene que ver con el lugar donde nacieron y viven los postulantes a los cargos, “no es un dato menor” porque “suele ocurrir que los colegas se anotan lo hacen como parte de su carrera judicial pero no como parte de su vocación”.
Por eso pidió que “procedan a respetar el listado compuesto conforme los lineamientos normativos, y respetando el orden de los profesionales que han demostrado conocimiento en la materia al haber aprobado oportunamente los concursos y se respete el ámbito de actuación y domicilio de los aspirantes”.
