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Kicillof 2023

Gremios de Rosario pidiendo por el Canal Magdalena, el lobby preferido de CFK

El viernes Rosario fue escenario de un acto que clamó por la estatización de la Hidrovía y por la construcción del canal Magdalena, cuyo desarrollo beneficiaría a Buenos Aires en detrimento de los puertos santafesinos.


Acto central en la puerta de la Bolsa de Comercio de Rosario

La Marcha Federal por la defensa del río y el Canal Magdalena estuvo el viernes en Rosario. Ruidosa y prepotente, se metió en el corazón de la ciudad y alteró los hábitos ya de por sí agitados en el umbral del fin de semana. El periplo comenzó un día antes en La Plata con un acto frente a la Legislatura bonaerense.

La marcha estuvo organizada por la Mesa Coordinadora por la Defensa de la Soberanía Nacional sobre el Río Paraná y el Canal Magdalena. Detrás de ese kilométrico nombre se encuentran organizaciones sindicales, sociales y políticas, a los que se suman escritores, intelectuales y personalidades de la cultura.

¿Qué reclaman? Básicamente, que el gobierno nacional no ceda a manos privadas la administración de la llamada Hidrovía Paraná-Paraguay. Es decir, que el control de la vía navegable troncal, por donde sale el 80 por ciento de las exportaciones de granos del país, quede en manos del Estado y no vuelva a ser concesionada, a diferencia de lo que impulsa el gobierno de Alberto Fernández. Es un negocio que se calcula en más de 300 millones de dólares anuales.

Detrás de esa Mesa Coordinadora hay jugadores políticos. Y aunque no tenga participación visible es difícil no contar entre ellos a Axel Kicillof como uno de los principales. Las consignas de esta organización encajan perfecto con los intereses que defiende públicamente el gobernador bonaerense: 1) Hidrovía en manos del Estado; 2) construcción del canal Magdalena. Un dato más: la marcha que vino a Rosario se inició a escasos metros de la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Existen muchos puntos en común.

La gran mayoría de los argentinos desconoce la existencia del canal Magdalena. En cambio, no es un elemento extraño para un grupo de bonaerenses con intereses puntuales. ¿Qué es el canal Magdalena? En primer lugar hay que decir que por ahora es un proyecto y lo que se busca es, justamente, convertirlo en realidad.

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario lo describe técnicamente como “la prolongación en línea recta del tramo del canal Punta Indio a partir de la curva llamada El Codillo en el kilómetro 143,9 hasta la zona de profundidades naturales en el Río de la Plata con una longitud aproximada de 61,5 kilómetros”. Dicho así no explica nada. Por eso es mejor ver la Figura 1.

Con los beneficios, los perjuicios, el costo económico y la complejidad que implica la construcción del canal Magdalena se pueden escribir libros de muchas páginas. Pero, dicho rápidamente, quienes pujan por esta obra destacan que los barcos ya no entrarán y saldrán por Montevideo, donde además se abastecen y esperan su turno para ingresar a los puertos argentinos. Todo eso es un movimiento constante de dinero que podría volcarse hacia los puertos bonaerenses de Dock Sud y La Plata, y que mejorarían las condiciones de los de Quequén y Bahía Blanca.

En esto último se concentran los esfuerzos del lobby bonaerense. Y sirva este caso como ejemplo: en julio de 2021 quedó varado el buque gasero Hoegh Esperanza en el canal Punta Indio, que es por donde circulan las embarcaciones desde y hacia Montevideo y que quedaría casi inutilizado si prosperara el proyecto del Magdalena. Varias notas periodísticas de medios porteños se hicieron eco de esta noticia y aprovecharon la ocasión para sembrar un poco de terror (“podría replicarse a nivel nacional lo ocurrido en el Canal de Suez con el buque Ever Given”), criticar que Punta Indio tiene “apenas 100 metros de ancho” y exagerar la prosperidad que traería la construcción del canal Magdalena.

Entre tanto, casi nadie ha reparado hasta el momento en una cuestión: el daño que el desarrollo del Magdalena provocaría a la actividad de los puertos santafesinos. Y llama aún más la atención que dirigentes rosarinos y la región hayan pedido a viva voz que la Hidrovía quede en manos del Estado nacional y que el gobierno apure la construcción del canal Magdalena.

Entre quienes le pusieron el cuerpo a esta marcha estaban el diputado provincial Carlos Del Frade; el secretario general de la CGT San Lorenzo, Jesús “Noni” Monzón; el secretario del Sindicato de Recolectores de Residuos, Marcelo “Pipi” Andrada; el referente de la Corriente Clasista y Combativa, Eduardo Delmonte, y la exdiputada provincial Mercedes Meier. Además de diferentes gremios nucleados en la CGT y la CTA de Rosario.

El economista y profesor de la UNR Sergio Arelovich, cuya ideología puede ubicarse como más afín a la de quienes el viernes participaron de la marcha, lo expresó claramente: “El canal Magdalena volvería a darle centralidad a los puertos de Buenos Aires y de La Plata, lo cual retoma la discusión sobre el federalismo porque ese protagonismo (de los puertos bonaerenses) sería a expensas de disminuir la actividad en los puertos santafesinos. Eso no es un tema menor, sobre todo por el riesgo que correrían los puestos de trabajo en esta zona”.

Según su visión, en el impulso de construir el Magdalena “no sólo hay una cuestión de soberanía en juego (NdR: que fue una de las consignas de la Marcha Federal), que es interesante de discutir”, sino que “se debe poner en agenda el rol de las provincias para no tener otra vez una administración portuaria centralizada en Buenos Aires, que nos llevaría de nuevo a discusiones de finales del siglo XIX y principios del XX”.