En medio de la crisis, el Gobierno envió a un grupo de funcionarios a Washington para dar señales a EE.UU. Fue un movida similar a la que tomó Alberto Fernández tras su viaje a Rusia en febrero pasado días antes de que arrancara la invasión a Ucrania. En ese momento buscaba mostrar un claro alineamiento anti bélico y ahora intentan dar certidumbres económicas.
Una de las señales que manda el Gobierno es que el Presidente y sus hombres de mayor confianza mantienen la agenda internacional pese a la nueva crisis en el oficialismo. Hay en estos momentos al menos tres “mensajeros” en varias direcciones.
El canciller Santiago Cafiero está en la reunión del G20 de Indonesia, donde acaba de encontrar un aval formal de China para la entrada de Argentina al Grupo de los BRICS, que integran también Rusia, Brasil, India y Sudáfrica.
El embajador en Washington, Jorge Argüello, está en una reunión de Sherpas G7-G20, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz viajó a Washington para un diálogo con el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Y la agenda internacional del mandatario se mantiene. Hasta ahora el esquema es el siguiente: el lunes 25 de julio el Presidente tiene su esperada reunión con Joe Biden en la Casa Blanca.
El canciller Santiago Cafiero y el secretario de Asuntos Estratégicos fueron siempre de la partida, pero ahora una clave de este viaje será si la sube o no a Silvina Batakis para intentar su primer encuentro con la número uno del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.
De regreso a Buenos Aires, Fernández planea una parada en Guayaquil, para una reunión con su colega Guillermo Lasso, al que le postergó varias veces la visita y ahora, se si calma la revuelta contra el presidente ecuatoriano, Fernández está dispuesto a ir.
De hecho ya están preparando ese viaje el embajador de Lasso aquí, Xavier Monge, y el recientemente confirmado Gabriel Fuks como nuevo embajador argentino en Ecuador.
Visita a Buenos Aires
Un tono más curioso en lo internacional tiene la visita que planea a Buenos Aires el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, quien estuvo en 2018 para la cumbre del G20 en la que Mauricio Macri hizo de anfitrión. La visita está en manos ahora del embajador turco en Buenos Aires, Sefik Vural Altay.
Aunque en Buenos Aires no quieren aún confirmarla, Clarín pudo saber de altas fuentes que el hombre fuerte de Turquía vendría a Latinoamérica y también tiene cita en México con Andrés Manuel López Obrador.Y que la visita oficial aquí está pautada para el jueves 28. Todo sujeto a confirmación.
Turquía ha cobrado enorme importancia en el marco de la invación rusa a Ucrania por su importancia estratégica y sus posiciones no extremas. Más aún, su postura ha sido ahora crucial para la entrada de Finlandia y Suecia a la OTAN. Y el gobierno de Erdogan también se encuentra embarcado en un reclamo de reformas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas” para lo que está juntando apoyos, entre ellos el de Argentina.
“La situación entre Rusia y Ucrania demuestra que el sistema de seguridad internacional, en particular el sistema del Consejo de Seguridad de la ONU, necesita reformas”, afirmó recientemente el canciller turco Mevlut Cavusoglu.
Y más allá de toda esta agenda de kilómetros por recorrer, aún falta que el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez ponga fecha para la cumbre de presidentes del Mercosur, que sigue sin aparecer. Inicialmente se esperaba para este 7 de julio, y ahora hablan para el 21, pero no hubo ni una formalización.
Esta debería ser en Asunción, y allí los paraguayos deberían pasarle la presidencia pro témpore del alicaído bloque a los uruguayos.
Es entendible, le pasa como a cualquier hijo de vecino en esta época del año. El frío lo achancha, entonces qué mejor que una buena ducha, comida calentita, un tubo de vino, media botella de Whisky y Netflix. No spoilees tío.
