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Menos patada que una pila

La vida del señor Miyagi, el actor que de karate no sabía nada

Pat Morita interpretó al sabio maestro de artes marciales de Daniel LaRusso en Karate Kid. La vida de un mítico actor de rasgos orientales que tenía total desconocimiento de karate y que debió pasar cinco audiciones para obtener el papel de sensei.


Pat Noriyuri Morita cumpliría hoy noventa años. Murió hace casi 17, el 24 de noviembre de 2005. Tenía 73 y sus años finales no honraron la fama y el prestigio que había adquirido en los ochenta cuando interpretó al señor Miyagi. Sus padres habían llegado a Estados Unidos, desde su Japón natal, en algún momento de la segunda década del Siglo XX. Nació el 28 de junio de 1932. A los dos años se enfermó de gravedad. La Enfermedad de Pott, una tuberculosis espinal hizo que lo internaran. Debido a la gravedad de su mal y a la falta de tecnología médica de la época, permaneció más de ocho años en el hospital.

Ya de adulto, trabajó en oficinas como administrativo hasta que su vocación se impuso y probó una vez más como actor. No eran muchos los actores de origen asiático que lograban asentarse. Pero ese dato no lo desalentó. Empezó en un pequeño club nocturno de Sacramento haciendo Stand Up. Ya había adoptado Pat como nombre artístico. De hecho, así fue durante unos cuantos años, hasta que llegó la oportunidad inesperada de Karate Kid.

El primer candidato para interpretar al Señor Miyagi era la elección más obvia y segura posible, Toshiro Mifune. El actor japonés, el intérprete de los clásicos de Kurosawa y favorito de Hollywood. Los productores buscaban una cara conocida pero principalmente un actor dramático. Sabían que en ese maestro sereno, sabio e implacable residía gran parte del secreto y equilibrio de su historia. Y Mifune con sus guerreros, ronins, samurais y almirantes en medio de las peores disyuntivas bélicas, con su intensidad interpretativa podía brindarle tridimensionalidad al maestro. Pero entre su escasa fluidez con el inglés y que no veía el proyecto como algo más que un pasatiempo, Mifune decidió desechar el ofrecimiento. Había que buscar otro actor.

Pat Morita fue al primer casting con muchas expectativas porque sabía que era uno de los muy pocos actores de origen oriental con un lugar en Hollywood. Luego de la prueba se mostró conforme y confiado. Lo que él no sabía es que los productores desistieron de contratarlo apenas lo vieron. Si el modelo buscado era Mifune y su prestigio, Morita se ubicaba en las antípodas. Era un comediante y ese prejuicio con el que llegaría el espectador, suponían, le quitaría verosimilitud al personaje.

El otro inconveniente era que a Morita, todo lo referido al karate le era ajeno. Su desconocimiento sobre el arte marcial era absoluto. Cuando le plantearon esta cuestión, el actor se ofendió, y con sentido común respondió: “Ustedes no necesitan un campeón mundial de karate. Sino un actor y eso es lo que soy yo desde hace décadas”. Años después afirmó que el no saber nada de karate y haber sido tan convincente como maestro de ese arte marcial indicaba cuáles eran sus dotes actorales.

El último obstáculo que debió superar fue su edad. Morita, aunque en la película parecieran más, solo tenía 53 años. Y lo que el estudio pretendía era un actor de mayor edad para que diera la imagen de sabio que el guion requería.

Los castings que realizaron los responsables del film no fueron fructíferos. Ante los sucesivos fracasos, llamaban a Morita para una prueba más. Pero en cada ocasión había algo que no los terminaba de conformar. El actor tuvo que superar cinco audiciones hasta ser finalmente el escogido.

Para la película Morita incorporó su nombre de nacimiento al artístico por pedido de la producción, que quería reforzar su pertenencia oriental como si su fisonomía no fuera suficiente; un subrayado étnico. Así que en los créditos pareció como Pat Noriyuki Morita.

Durante sus últimas décadas batalló no solo contra la falta de reconocimiento sino también contra el alcohol. Su adicción se convirtió en un serio problema que minó sus posibilidades profesionales.

Pat Morita murió hace quince años, el 24 de noviembre de 2005. Sus últimos años no fueron sencillos. Aunque siguió buscando replicar el éxito del que había gozado a mediados de los ochenta no pudo recuperarlo. Sus últimas apariciones estelares fueron en Mulan (las versiones animadas) en las que le dio voz al Emperador de China.

Sin importar cuántos años hayan pasado, ni cuántos vayan a pasar, siempre recordaremos a Daniel LaRusso escuchando, incorporando las enseñanzas, caseras, cotidianas y milenarias que le brindaba el Señor Miyagi interpretado por Pat Morita: “Lijar, pulir, encerar”; “Pintar la cerca, arriba, abajo”; “Pintar la casa, de lado a lado”.

Fuente: infobae